sábado, 6 de marzo de 2010

FALLAS DORIGEN

a Lucas y a sus
parecidos que nunca
han de faltar

ACABA de llegar con los mismos síntomas reventados en sus sienes, camina, observa, tiene ideas pero no sabe todavía, flamea una mirada al horizonte, camina al lado de un estómago que por ahora prefiere acompañarlo callado, camina, se jala, la espalda le brota como recordándolo, su columna es un tirante con cierre, sus huesos más que nunca huesos, camina su talla, llena su peso su paso, dirige su pelvis, tal vez al norte pálido o sur horizonte, según el destino escogido para hoy, deja no de caminar, se empuja, se nombra patronímico hasta la tercera ascendencia y luego desciende un peldaño (es un decir)... su espíritu se ensancha hasta desbotonarse, ensaya una sonrisa en su frente, sus ojos atentos prefieren bajar como anticipando una caída, cae, sacude su situación, se torna el acento, sube una indómita mirada. AVANZA
se introduce a un taxi hidráulicamente e hidráulicamente responde, no sé adónde, todavía no lo sé...

No hay comentarios.: